Generalmente los anfitriones de Airbnb no se dan cuenta del riesgo que pueden asumir al ceder las llaves a sus huéspedes.
El Consumo Colaborativo tiene a uno de sus máximos representantes en AIRBNB, convirtiéndose en una alternativa a los alojamientos turísticos tradicionales como hoteles u hostales. Existen dos perfiles de anfitriones: el que arrienda una habitación extra en su propia vivienda y el que arrienda una propiedad entera. En ambas situaciones, este ha de hacer entrega de un juego de llaves de su valiosa propiedad a un desconocido. Sí, es cierto que generalmente nos dejamos influir por las valoraciones, pero ¿no puede alguna tener ‘gato encerrado’? o ¿Qué sucedería si el huésped tuviera la tentación de conseguir copias de la llaves sin su consentimiento? AIRBNB NO ofrece garantías para estas situaciones que por poco habituales, no son por desgracia inexistentes. No todo son puntos favorables. Airbnb actúa como un simple intermediario que pone en contacto al propietario con el viajero. Si bien es cierto que ofrece ciertas garantías a ambas partes, nuestro opinión es que su programa Host Guarantee carece de suficientes garantías, para ambos propietario y huésped, en caso de que el apartamento sea objeto de una entrada no permitida y un hurto, como consecuencia de un uso improcedente de las llaves.
Asimismo, el riesgo se agrava cuando lo que alquilamos es una habitación en nuestra casa. Los invitados tienen la posibilidad de conocer nuestros hábitos, rutinas, horarios, disposición de las dependencias, la ubicación de objetos de valor, etc. durante su estancia. Si realizaran una copia de las llaves, les resultaría mucho más sencillo realizar un robo sin levantar sospechas. De hecho, la compañía defiende que estos casos deben estar cubiertos por un seguro de arrendamiento privado y externo. Pero, bajo nuestro punto de vista, esto es complicado de llevar a cabo, ya que en la práctica la mayoría de los anfitriones no declaran esta actividad como un arrendamiento. Por tanto, es previsible que la compañía aseguradora no se responsabilice de los perjuicios causados por el incidente.
Esta situación nos ha llevado en pensar una solución tecnológica que permita los alojamientos como siempre pero eliminando las llaves y crear un control de accesos a nuestra propiedad sencillo, flexible y configurable para permitir entradas y salidas a quien nos interese simplemente desde nuestro smartphone. De hecho no necesitamos estar presentes en el cheking si nos resulta imposible por alguna razón. Autorizamos el tiempo que corresponda al inquilino para que con su móvil entre o salga de la propiedad pero pasado este deja de poder abrir con su móvil. De esta manera adquirimos una flexibilidad absoluta sobre esto y no tenemos nunca posibilidad de copias de llaves fuera de control, puesto que estás ya no existen.
Desde Cooperativa Cerrajera buscamos siempre adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes y utilizamos la tecnología disponible para ello.
